«Cuando el viento» en la gran pantalla.

El domingo 2 de octubre, el equipo de MyFuturShop tuvimos el privilegio de asistir a los Cines Aragón como invitado al estreno del corto “Cuando el viento” producido y dirigido por Manolo Collado del Grupo Macomaco. Después de la gran afluencia de público, no nos hemos podido resistir a hacerle una entrevista, para la cual se ha prestado encantado.

Este estilista lleva años en su profesión, llegando a adquirir una gran experiencia y muchos éxitos a su espalda. Pero su entusiasmo le ha llevado a buscar más allá y plasmar sus emociones al mundo a través del séptimo arte.

«Cuando el viento» es nuestra aportación en forma de obra cinematográfica a esta profesión, una oda a lo que sentimos y nos hace sentir, un manifiesto en forma de poesía visual que gritamos al viento para que haga felices a otras personas que sienten emociones y vibran con la belleza en cualquier forma de expresión.             

                                                                                                                           Grupo Macomaco

Un peluquero que se atreve con el mundo del cine. La primera cuestión sería… ¿Por qué?

Realmente el por qué no lo sé exactamente porque nos aventuramos a hacer algo que nunca habíamos hecho. La idea es hacer siempre cosas que nos inspiren y motiven. Está muy bien que desarrolles y acabes controlando tu disciplina hasta perfeccionarla pero, yo necesito algo más.

¿Como mover el estilismo a otros campos?

Sí, porque va muy ligado al mundo del cine ya que nosotros trabajamos con la imagen. Aunque lo difícil era no plasmar el resultado final, sino los procesos de creación que llevamos los peluqueros o cualquier otro artista a la hora de desarrollar tu trabajo. Realmente la peluquería es una metáfora.

Si te encontraras con Tim Barton, ¿con qué rol te presentarías? ¿Cómo director o como peluquero?

Escucha, es que Tim Barton… Si él es director yo no puedo decirle “Yo soy director como tú”. Yo me presentaría como peluquero, aunque en este caso soy director, o productor, o actor… También te digo que no soy yo quien tiene que hablar de mí, son los demás.

¿Crees que tu cine ayudará a que se perciba el estilismo como un arte? Al fin y al cabo todos nos tomamos nuestro peinado como una expresión de nuestra personalidad.

Estoy convencido. Esta es una profesión maravillosa pero se frivoliza mucho y sinceramente, cualquiera podría ser peluquero. Por ejemplo, un informático debe estudiar mucho y seguir unos parámetros determinados, sin embargo en la peluquería podrías ser peluquero sin estudiar tanto, por lo que la profesión está muy denostada. Está infravalorada pero hasta por nosotros mismos, mis compañeros de profesión muchas veces no valoran lo que hacen ni que trabajamos con personas. Yo trabajo con personas, no con clientes. Por eso, esto vale para mostrar a la gente que yo no tengo solo una peluquería, hay mucho más detrás de esto.

Entonces, ¿cómo consigues llegar a la gente día a día?

En principio todos llegaríamos a nuestros clientes, por eso vuelven. Sí que es verdad que parece ser que yo tengo una especie de magia y es porque yo escucho a la gente cuando habla, cómo mira, sus gestos… Interpreto su personalidad. Yo no quiero hacer un corte de pelo, porque es lo que hago todos los días. Lo que quiero es disfrutar de cada corte. Una indumentaria te la puedes quitar o cambiar si no te gusta según tus emociones del día a día. El pelo no, tiene que hacerte sentir “tú”. Yo el corte lo hago mío, porque siendo tuyo intentas dar lo mejor, pero siempre sabiendo que es para una persona que tiene que mostrarse al mundo como es. Creo que encontrar eso es lo mejor de mi trabajo.

Cuando viste tanta gente en la sala, ¿qué pensaste? ¿”Cuánta gente hay” o “Cuánta  gente falta”?

Qué buena pregunta. Pensé las dos cosas ya que conforme iba viendo gente pensaba en cuánta faltaba. Pero es que antes de empezar yo ya sabía que no había ciertas personas y yo las echaba de menos.

La verdad es que el día del estreno daba la sensación que lo tenías todo muy bien controlado, pero seguro que el camino ha sido duro. ¿El proyecto fue como planeaste o te has encontrado sorpresas de última hora?

El proyecto no ha estado muy planeado, porque yo no sabía dónde me estaba metiendo. Puedo planear mi trabajo diario porque domino los procesos. A mí me fueron explicando que tenía que hacer un storyboard, los planos, las ideas… El mismo camino me decía hacia dónde tenía que ir, todo muy intuitivo. Eso ha sido lo maravilloso, encontrarme con cosas que no sabía cómo se hacían.

Habrás tenido que  contactar con mucha gente… Con el móvil siempre a tu lado… A todo esto ¿qué móvil utilizas?

iPhone. Siempre ha estado a mi lado, siendo que a mí no me gusta demasiado creo que es una herramienta hiper necesaria. No me gusta atarme a nada y no me gusta que el móvil me controle a mí. Eso sí, es tan importante el móvil como la manera en la que se representa mi voz. Por ejemplo, en una conversación seria, no me gusta hablar desde el coche con el manos libres, ya que quiero que se me oiga la voz, mi tono, cómo fluctúa, los matices… Pero creo que es un inventazo.

Además del móvil ¿existe algún dispositivo electrónico al que vivas pegado?

La grabadora de voz y el iPad. Bueno, y la cámara de vídeo.  Siempre llevo la Contour, vivo pegado a ella porque para grabarme a mí mismo. Me interesaba aparte de la lente, la forma, que es como una pistolita que se adapta mejor a la cabeza. ¡Ah! Y las tarjetas SD.

Viendo el corto, una de las cosas que más llama la atención es cómo se han rodado las escenas en la playa. ¿Se utilizó algún dispositivo que te haya llamado la atención especialmente?

El drone me encantó. Yo tenía que estar en mi papel, serio, y yo lo oía como a una mosca acercándose. Yo lo miraba y pensaba “Está tan lejos que igual lo puedo mirar y no se nota” pero a la vez no miraba por si ese plano era bueno y luego no valía. De repente veo como se adentraba en el mar me decía a mí mismo “Como eso se caiga ahí en medio, adiós cámara, adiós drone y adiós todo”. Llama muchísimo la atención y creo que tiene un montón de posibilidades. Lo difícil esta manejarlo bien pero Warren (nuestro cámara) lo controlaba fantástico. Le ha dado al corto un toque épico que solo habría sido posible con un helicóptero, algo que hubiese sido imposible en un caso como el nuestro, ya que somos amateur.

Pues solo queda desearte que tengas muchísima suerte porque estamos convencidos de que tu proyecto va a salir adelante y que continúes con tu motivación y entusiasmo. Muchísimas gracias por tu tiempo.

 

<p>

</p>